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lunes, 27 de marzo de 2017

Cuentos en la nube. Perros callejeros

En muchas ciudades del mundo los perros callejeros se multiplican y empiezan a ser un problema para los habitantes de esos lugares , sobre todo donde no era común este fenómeno. Aquí contamos la historia de uno de ellos que trata de sobrevivir en la calle rodeado de peligros, pero se las ingenia para sobrevivir.

He devenido en perro callejero desde hace tres meses. He deambulado por las calles de este pueblo indiferente a los perros abandonados sin encontrar un amo que me proteja. Es cierto, soy tan grande que cualquiera puede pensar que puedo protegerme solo. Mi pelaje completamente negro y mis ojos que se ponen rojos cuando estoy enfurecido hacen temblar al más valiente. Pero los perros de mi raza necesitan un amo que nos gobierne con mano firme. Para eso me entrenaron hasta que unos ladrones robaron en la casa de mi amo y me llevaron con ellos a pesar de mi resistencia, pero con los palos que me dieron se me fueron las ganas de pelear. Después me soltaron con una patada en el culo y desde entonces ando revolcándome en la mugre, comiendo basura, recibiendo piedras en el lomo y ataques de otros perros callejeros. Pretendí volver a la casa de mi amo pero me despreció por no haber espantado a los ladrones. Quise unirme a la primera jauría que se cruzó en mi camino pero eran tantos y tan agresivos que no pude convencerlos que yo era un valor con el que podían contar. Estaban temerosos de que me hiciera con el liderazgo de la pandilla. Eran tantos los que me acosaron que me pusieron con las patas en polvorosa. Este pueblo está lleno de perros de todas las razas que deambulan buscando un refugio y un trozo de carne. Yo extraño principalmente el alimento para perros que mi amo compraba en el supermercado y el hueso falso para morder que me calmaba la ansiedad que me producía el encierro.

Ahora he encontrado un rincón en una casa de barrio. Me obligaron los perros sueltos de ese lugar a arrinconarme en este pasillo donde podía defenderme de los ataques. Solo de frente podían atacarme y no fueron muchos los que se atrevieron cuando no podían atacar en grupo. Y se llevaron la marca de mis colmillos.
 Un muro y una pared me protegen y ahora puedo descansar. Tengo sed pero aquí me quedo un buen rato hasta que se calmen los sabuesos que me rodeaban. Siento sin embargo ruidos en la casa, constato que es un tipo rabioso que maldice porque le invadí la propiedad sagrada y en eso una ventana se abre y aparece la cabeza de un hombre emitiendo sonidos como ladridos y amenazando con los brazos en movimiento. No parece tan malo en realidad, no le gusta mi presencia en este rincón, pero voy a gruñir un poco con tono feroz para asustarlo. A los humanos les hace falta bien poco para poner la cola entre las patas. Después de tres gruñidos con colmillos de buen calibre a la vista se convenció que no es fácil asustarme y desapareció de la ventana. Al poco rato apareció de nuevo, otra vez agitando los brazos y gritando, como si sus gruñidos humanos me fueran a impresionar, pobre diablo, le voy a mostrar un poco de espuma blanca en mi hocico para que empiece a pensar que estoy rabioso. Gruño más fuerte que antes y dejo que la baba blanca resbale por mis fauces. El hombre abre los ojos como platos y cierra la ventana apresuradamente, no parece tener muchos cojones, y como pensaba antes, es evidentemente un hombre pacífico que no le gusta la violencia.

Después de un rato se abre la ventana de nuevo y aparece una mujer. No veo al hombre pero parece que discuten entre ellos. El tipo está furioso y trata de convencer a la mujer de que no se asome a la ventana.  El tono de voz sube pero ella se asoma y me  dice algo en en voz baja.
"¡Fuera chicho! Lárguese de aquí!"  Por supuesto no entiendo nada esos sonidos, tiene cara de buena y no parece enojada, más bien asustada la pobrecita. De pronto saca el brazo y me muestra ¡un pedazo de carne! Dice cosas que parecen una invitación mientras sigue agitando el pedazo de carne y luego lo lanza sobre el muro. Los otros perros se han marchado y el hambre que me atenaza la barriga, me empuja hacia la carne. Con un rápido desplazamiento atravieso el portón y me apodero de tan sabroso manjar.  Vuelvo rápidamente a echarme en el rincón y saborear lo que descubro es una sabrosa chuleta de ternera. Veo las miradas decepcionadas de la mujer y  del hombre que está a su lado. Vuelven a discutir entre ellos alzando la voz y el hombre desaparece de la ventana. A los pocos instantes aparece en el pasillo, atraviesa el portón  y se ubica en la vereda con un garrote en la mano. Parece que se ha envalentonado, me grita cosas y gesticula con el palo en la mano. "¡Chucho de mierda, fuera de aquí!" Otra vez le gruño mostrando los colmillos con la mirada clavada en la yugular. "¡Te voy a machacar, hijo e puta"! Me lanza un par de golpes temerosos que no duelen y empieza a envalentonarse aún más. Me devuelve la mirada desafiándome "Te lo has buscado y ya verás lo que te pasa, ¡perro maricón!" y me da otro par de golpes en el lomo que esta vez duelen un poco. Entonces le ladro con el registro más alto que puedo, lo he entrenado durante los meses de destierro y da resultado porque el hombre recula asustado. Ya decía yo que no tiene cojones. Se aleja y desaparece de mi vista. Entonces aparece de nuevo la mujer en la ventana. Vuelve a decirme cosas sin gritar, hasta parece simpática, y en su mano aparece otra chuleta sabrosa. Yo bajo las orejas y gimo un poco haciéndome la víctima, es tan fácil engañar a los humanos con estos pequeños gestos de sumisión que la mujer lanza otra vez sobre el muro la carne que aterriza en la vereda. Me levanto, atrapo la carne entre mis colmillos y gruño suavemente para que no se crea que no voy a regresar al rincón. Ella sigue diciendo cosas como "Fuera chicho, váyase m'hijo, no vuelva y aléjese antes que pase algo peor" y cosas así que los humanos dicen cuando están asustados, siempre tienen un buen repertorio para esto. La miro sin embargo con agradecimiento y me como la chuleta en el rincón sin que nadie me moleste. El hueso está delicioso y cuando lo trituro entre los dientes el ruido asusta aún más a la mujer. No obstante me intriga el tipo que ha desaparecido, hace un rato que no aparece aunque veo que los vecinos se han acercado al muro para observarme de lejos con miradas preocupadas. Mi aspecto les causa miedo, lo leo en sus ojos y en el olor que emana de sus cuerpos. Al mismo tiempo están curiosos de ver cómo se resuelve esta situación que ha puesto en el brete a nuestro hombre de la ventana. No parece que simpatizan mucho con él. Tal vez algunas disputas de vecinos los tienen enemistados. Los humanos no son muy distintos de nosotros los perros al fin y al cabo. De pronto aparece un coche con luces de colores en el techo con dos hombres uniformados que hablan con el hombre que ha regresado. Me miran y discuten entre ellos y con el hombre que trata de convencerlos de que intenten sacarme de su propiedad. Creo que no están muy convencidos de que su intervención sea necesaria. Tampoco tienen cojones para sacarme de aquí, lo veo en sus miradas, así que me echo tranquilo otra vez y los vigilo con un ojo abierto por las dudas que se les ocurra alguna estratagema de esas que se inventan los humanos cuando no se atreven a venir de frente. Al poco rato se marchan bajo las protestas del hombre, los vecinos hacen lo mismo y el hombre queda solo en la vereda sacudiendo la cabeza y gesticulando con lo brazos, vencido. Me da lástima el pobre, ha tratado por todos los medios de echarme del rincón y no ha podido. Resignado entra en la casa de nuevo. Ahora bajo la guardia y me recuesto a la puerta que está vecina al rincón y empiezo a dormirme. En eso siento unos golpes en la madera de la puerta que interrumpen el dulce sueño en el que estoy cayendo. Son golpes fuertes y me molestan. Este rincón ya no es lo que pensaba con estos golpes, alguien está tratando de joderme el sueño, olfateo al pesado que está detrás de la puerta y no parece estar dispuesto a dejar de dar golpes en la madera, así que mejor aprovecho la tranquilidad del barrio y me marcho a otro lugar menos complicado. Al otro lado de la calle hay un baldío lleno de botellas y otra basura inservible que alguien a juntado y que no parece ser refugio para los otros canes. Por alguna razón evitan ese lugar siniestro. Allí me iré a dormir. A lo mejor alguien me agradece por cuidar el lugar. Después de todo fue una linda aventura estar en este rincón, y fuera de los palos que no fueron muy dolorosos, creo que es buena gente, si hasta me dieron de comer carne deliciosa, así que sin dudas regresaré en otra ocasión  a probar las chuletas de la señora de la casa.  ¡Estaban requetebuenas!

sábado, 18 de marzo de 2017

Nuestra insondable corrupción de cada día


1: Algo huele a podrido en el reino del "futibol"

La exportación de carne vacuna desde Brasil está en entredicho. La corrupción que sacude al país desde hace ya mucho tiempo golpea ahora a la industria cárnica de exportación. Grabaciones telefónicas secretas a este sector de la industria carnica por parte de las autoridades policiales brasileñas descubrieron que las empresas que se dedican a la faena y exportación de carne, como la más grande de todas, la JBS, exportaban carne podrida e infectada de salmonela, según informa la radio pública sueca SR.

La policía a reunido un número importante de grabaciones telefónicas donde se evidencia el delito. Un ejemplo: los responsables de una empresa preguntan a los funcionarios del Ministerio de Agricultura si se podía usar para la exportación la carne vencida en febrero de 2016. La respuesta fue positiva a pesar que ya estaban en el mes de mayo de ese año, es decir casi tres meses de estar caducada la carne. Otro controlante le permite a un frigorífico mezclar cartón molido con carne molida para aumentar el peso del paquete con menos “materia prima”.

Los países importadores de carne brasileña, el mayor exportador del mundo de carne vacuna, son China, EEUU, y la EU. Según la policía estas maniobras con la carne habrían ocurrido por lo menos en los dos últimos años. En Italia descubrieron que la carne de Brasil estaba infectada con salmonela. Y como no podía ser, parte de las ganancias obtenidas por esa venta de carne putrefacta e infectada iba, como no, al partido del señor Michel Temer, el PMDB. 33 personas den Ministerio de Agricultura han sido detenidas y un numeroso grupo de funcionarios de los frigoríficos. 
En el caso de Suecia, anualmente se importan 1000 toneladas de carne de Brasil. Una vez, hace muchos años, probé un entrecote del país norteño. Creo que tenía sabor a jabón. Nunca más, dije. Por suerte se encuentra carne de Uruguay, y sueca por supuesto, cuando hay deseo de comer carne vacuna de calidad.

2. Jubilados estafados

La delincuencia digital de los que antes llamábamos de “cuello blanco”, ahora usan algunos de ellos ropa deportiva para mezclarse con la "gente común",  le han estafado a unos 130 000 jubilados millones de euros en este país. La principal implicada es la empresa ALLRA que administra los fondos de pensiones que alcanza la friolera de 1900 millones de euros de esos miles de jubilados. Lo que hasta ahora se ha podido descubrir es que los gerentes de la empresa se embolsaron más de 10 millones de euros a través de cobrar cuotas más altas de administración. Pero también pagaron unos 17 millones de euros a una empresa en la misma órbita de ALLRA , un clarísimo sobreprecio se sabría después, criticado por los expertos, y que fuerona parar a los bolsillos de dos de los gerentes de la empresa.

El CEO de ALLRA niega cualquier delito y apelará la decisión de la Administración General de Jubilaciones (PPM) de retirarlos del conjunto de empresas financieras que administran las jubilaciones de los trabajadores suecos. Esta autoridad estudiará ahora cuantos de los 840 fondos de pensiones en servicio serán excluidos del sistema PPM, porque según esta autoridad no ha sido solo ALLRA la que se ha servido de aquéllas maniobras para estafar a los jubilados, también otras de estas financieras están siendo investigadas.

Entre un abanico de medidas PPM pretende excluir del sistema a las empresas registradas en el exterior pero que solo tienen su actividad principal en Suecia. También se busca crear una plataforma de cooperación con otras dos autoridades, la Dirección General del Consumidor y la Inspección Financiera para identificar los fondos “buenos” y “malos”. Asimismo se estudia la creación de un fondo de garantía para las pensiones, y evitar que en caso de bancarrota de algunos de esos fondos los jubilados no queden desprotegidos.


Hace poco se descubrió en Uruguay otro tipo de estafas al Banco de Previsión Social, donde se administran las jubilaciones. Esta fabulosa “bolsa de dinero” donde se reúne lo ahorrado por  los jubilados se convierte en una gran tentación para estafarlo en todos los países que tienen este sistema, y cuyos controles están obsoletos o no son eficaces. Una preocupación cada vez más actual donde los sistemas de seguridad y control de los propios funcionarios tentados a corromperse, parecen ser más vulnerables de lo que parecen. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

El canto de sirena del machismo

Día de la Mujer


Afiche del día de la Mujer en Madrid
La tradición nos señala hoy con color rojo en el almanaque el día Internacional de la Mujer para no olvidar celebrar a la Madre, a la Amante, a la Compañera. Para un buen número de mujeres, por los menos aquéllas que conocen sus derechos, este es un día más y de reivindicaciones donde en algunos países se expresa este año con un paro de actividades por parte de las mujeres. 

A pesar de los honores a la mujer en este día, no deja de comprobarse a través de los datos de encuestas y estadísticas, que la mujer sigue siendo en muchos aspectos una ciudadana de segunda clase, y a veces menos en países que se auto denominan "desarrollados". Ella continúa recibiendo un salario menor que los hombres a pesar de ejercer el mismo oficio o profesión. Una reciente investigación de la Dirección General del Trabajo (DGT) en Suecia, sobre  los distintos ambientes laborales en el país, demuestra que las mujeres no tienen las mismas condiciones que sus pares masculinos. Y en la casa si no tiene servicio doméstico, lleva el peso de las tareas hogareñas.

Ciertos lugares de trabajo imponen a la mujer un excesivo desgaste físico y mental por las tareas prolongadas y pesadas que realiza, y el estrés que estas provocan en por ejemplo el sector de la salud y cuidados paliativos. En 2016 más de 30 000 mujeres dieron parte de enfermas por estrés, lo cual es cuatro veces mayor que los registros de los hombres. Según el informe de la DGT los recursos asignados a los sectores dominados por la fuerza de trabajo femenina son insuficientes en relación con la exigencia que esa labor implica y la prevención escasa para evitar el desgaste de la trabajadora.

En todo caso la recomendación de la DGT a las gerencias y directivas de las  empresas publicas y privadas, es que los problemas relacionados con el medio ambiente laboral, la redistribución de  los recursos, la organización de la actividad productiva y el equilibrio entre la obligatoriedad de la tarea y la técnica a disposición esté en constante revisión para romper la desigualdad.

Los sindicatos, dominados en general por mayoría masculina, hablan mucho sobre la igualdad de género, pero hacen poco, de lo contrario no habría esa brecha que año a año se constata. Sí, el tema de la igualdad en el ambiente laboral sigue siendo un canto de sirena machista, algo que a los hombres nos cuesta muchas veces reconocer.

Como ilustración al problema escribí un cuento que refleja esa realidad para muchas mujeres. 



LA INSOPORTABLE LIVIANDAD SINDICAL


Quedaba apenas una media hora de luz a media tarde cuando Cecilia atravesó la calle solitaria golpeada  por el viento y la nieve, y donde la noche muy pronto se adueñaría de las sombras. Ella iba pensando en el resultado de la última reunión del sindicato y el tema que más le interesaba, los derechos de la mujer y la igualdad salarial, donde a pesar de la retórica y las palabras bonitas de sus compañeros, poca cosa había cambiado. Y de esto hacia décadas. Entró en un bar y pidió una copa de vino de la Rioja,  y abrió su libreta de apuntes. La repasó cuidadosamente y se dio cuenta que de una forma velada los otros miembros de la dirección local del sindicato evitaban el tema, mocionando sobre otros asuntos. Esperaba verlo reflejado oficialmente al otro día de cómo lo habían relegado en el protocolo de la reunión. Estaba acostumbrada a esas maniobras que parecían justificadas a los ojos de los demás.

Se aflojó el cinturón del abrigo negro que le estaba causando ya mucho calor y lo colgó en el respaldo de la silla. Miró a su alrededor y vio que Víctor se acercaba a su mesa. Él también había participado de la reunión, y entre el grupo de hombres que integraban la mesa de la dirección local del sindicato, era con el que podía discutir sin prejuicios los temas de la igualdad salarial entre lo géneros.

- Hola Cecilia -saludó Víctor a su compañera. - Pensé que estarías aquí antes de irte a casa.

- Hola. Sí vine a poner orden a las ideas después de esta reunión tan poco fructífera.

- ¿Que fue lo que más te molestó? -preguntó Victor, sondeando el estado de ánimo de su compañera mientras se quitaba la chaqueta de cuero y la gorra vasca con la que acostumbraba a cubrir su cabeza.

- Deberías saberlo tan bien como yo - respondió con voz tensa Cecilia. - La indiferencia hacia el tema de la mujer en nuestro lugar de trabajo me causa una terrible decepción. Y a nivel nacional no es distinto. En estas reuniones siempre hay una mayoría de hombres que echan para atrás  mis planteos. 

- No deberías ser tan dura. Es difícil para estos veteranos, que todavía son mayoría, pensar en cambiar las reglas de juego a favor de las mujeres

- ¿Pero como es posible que no vean la injusticia en la diferencia de salarios entre hombres y mujeres? ¿Acaso no hacemos el mismo trabajo? ¿No se llenan la boca con el igualitarismo y la explotación injusta del obrero? - dijo Cecilia convencida que ese argumento debía ser decisivo para que se comprendieran que sin mujeres los hospitales, las escuelas, las fábricas y otros muchos servicios más elementales donde trabajaba una buena parte de la mano de obra femenina, se paralizaría.

Víctor se rascó la mejilla derecha y bebió un sorbo de su whisky. Se aflojó la corbata roja y suspiró disimuladamente.  Sabía que Cecilia tenía razón, pero él había adoptado una posición neutral a la hora de discutir los temas salariales y las diferencias en las condiciones de trabajo entre hombres y mujeres. Sabía que los patrones presionaban a la dirección sindical para que obviaran el tema del salario igualitario, aunque resultara escandaloso a la vista de los resultados y las protestas. La prensa publicaba cifras sobre esas diferencias que en algunos sectores de la economía eran verdaderamente incuestionables. La espada de Damocles que tenían los sindicatos era la amenaza de la patronal de retirarse de la mesa de negociaciones. O en el peor de los casos, el cierre de las fuentes de trabajo.Y el gobierno temeroso del fantasma de la inflación, siempre amenazando en el horizonte, presionaba a su vez a los patrones y sindicatos. Nada de aumentos salariales descontrolados, era la advertencia que bajaba desde la casa de gobierno.

- Reconozco la injusticia que viene de muy lejos -dijo Víctor. Pero estas cosas no se cambian de un día para el otro. Como miembro del partido de gobierno tengo que atender las razones políticas que frenan esos reclamos. La dirección del sindicato quiere que suavices el mensaje. De lo contrario la organización puede dividirse.

- Sé que te debates entre una posición de apoyo a mis argumentos y a las razones que tiene el sindicato y el partido para seguir frenando nuestro reclamo - le dijo Cecilia. - Y tal vez seas sincero. Pero no te olvides que las mujeres somos las tres cuartas partes del personal de la empresa. Tenemos la fuerza potencial para causar un buen sacudón, pero todos especulan que somos débiles a la hora de de unirnos y enfrentarnos con la patronal, que todavía no somos un puño cerrado como los hombres cuando se organizan y luchan. Sin embargo te digo que voy a hacer todo lo posible para revertir esa situación. ¡Y al carajo con bajar el tono! - dijo con un grito contenido Cecilia con un mesiánico  brillo en los ojos.

-  Estoy convencido de que lo harás, pero será como luchar contra los molinos de viento. Los sindicatos, y el nuestro en particular, son menos fuertes de lo que parecen, - afirmó Víctor desesperanzado. - Y solo con una revuelta femenina no alcanza. 

 - Pues ya veremos-. Adiós. Te veo mañana en el trabajo - se despidió Cecilia furiosa mientras se ponía su abrigo de grueso paño y sacaba de uno de los bolsillos un gorro de piel que le cubría la cabeza y buena parte de la cara.

Afuera persistía el mal tiempo, eran las cuatro de la tarde y ya era de noche cerrada en el mes de diciembre. Sin embargo la comuna había iluminado las calles principales con luces de muchos colores en espera de la Navidad. La gente encorvada por el frío pasaba apresurada con paquetes debajo del brazo envueltos en papeles brillantes con cintas rojas, amarillas y verdes. Ella todavía no había tenido tiempo para las compras navideñas, pensó sintiéndose  culpable.

Con pasos lentos Cecilia enderezó hacia la parada del ómnibus, pero no podía dejar de pensar en aquél tiempo cuando llegó como refugiada al país escandinavo donde tanto se hablaba de la justicia social, la libertad y la igualdad entre los ciudadanos sin importar el color, el género o sus convicciones políticas o religiosas. Veinte años después, luego de pasar por las distintas instancias por la que atravesaban la mayoría de los refugiados, es decir aprendizaje del idioma, estudios más avanzados para capacitarse en un oficio o profesión, en su caso ingeniera  electrónica, Cecilia comenzó a trabajar en una empresa perteneciente a un consorcio internacional sueco. Allí fue dándose cuenta de las diferencias que existían entre mujeres y hombres. Estos ocupaban generalmente los puestos más altos en la jerarquía de la empresa, y apenas alguna mujer lograba ocupar un puesto de mando.

 - Es un orden estructural que es muy difícil de romper, alentado además por la patronal - le había dicho Irene, la representante de las trabajadoras de la sección donde Cecilia se incorporó  por primera vez.
 Estadísticamente según la patronal las mujeres hacemos uso de más días libres que los hombres por enfermedad, por el cuidado de nuestros hijos cuando enferman, el estrés, los embarazos y las licencias por maternidad. Todo eso nos mantiene mucho tiempo alejadas del trabajo. Esto lo aprovecha la patronal en nuestra contra para no subir los sueldos.  

 - ¿Pero no hay buenos argumentos en contra de esa forma de ver las cosas?  ¿Es que acaso el cuidado de nuestros hijos no es también una inversión para el futuro? ¿Más días por enfermedad, acaso cuando trabajamos no producimos tanto o más que los hombres? ¿A que no hay estadísticas sobre este rubro? ¿No sería posible mejorar la situación de la mujer a través de mayores impuestos a los sectores que apenas los pagan?

- Subir los impuestos es pecado, hablando en términos bíblicos. Actualmente es así, perderían votos ¿y a qué político le gusta perder el poder por una decisión de este tipo? ¿A favor de nosotras las mujeres? Pues todavía no se produjo ese milagro - le comentó Irene, a la que solo le faltaban seis meses para jubilarse.

Los años fueron transcurriendo y en cada negociación salarial Cecilia veía que se repetían las mismas pautas en la negociación. Las mujeres nunca llegaban a alcanzar el nivel salarial de los hombres a pesar que eran la base misma de toda la labor en la producción. Por eso decidió comprometerse y militar sindicalmente para tratar de influir en las decisiones del sindicato. Hacía ya doce años de su compromiso. Pero resumiendo todo lo que había vivido a lo largo de esos años, las cosas poco habían cambiado a pesar de su perseverancia.

Cecilia llegó al fin a la parada del ómnibus, y allí esperó hasta que arribó el bus 4 que la llevaría a su casa, y junto a otros pasajeros se apresuró a entrar en el vehículo cuya atmósfera atemperada  los recibió como una caricia. Se bajó en la parada de su barrio, un complejo habitacional de los años 60, y caminó los cien metros que la separaban de su hogar. Allí encontró a Leandro, su marido, mirando la TV y a sus dos hijos, Alejandra y Mariano, jugando y correteando por los pasillos del apartamento.

- Hola cariño - la saludó Leandro - Los chicos no han comido nada desde que llegaron de la escuela. Y ahora dicen que tienen hambre. Compré unas salchichas y hamburguesas que están en la heladera. Cuando quieras podés hacer de comer y cenamos, amor… Yo también tengo hambre.


sábado, 4 de marzo de 2017

El Watergate de Donald Trump

Chismes y Rumores

En la nueva edición de la revista Chismes y Rumores queremos ofrecerles la grabación de una conversación sostenida entre el presidente Donald Trump y su ministro de Justicia Jeff Sessions, acorralado por su fragante mentira acerca de que nunca había mantenido contactos con los rusos antes de las elecciones.

Donald Trump: Estamos en un aprieto, Jeff. La maldita prensa, la oposición y los oportunistas quieren sacar petróleo de este episodio que tienes que negar, si o si.
Jeff Sessions: No se preocupe jefe. Mientras el embajador ruso nos respalde, y ahí no hay fisuras, negaré todo lo que se afirma.
DT: ¿Y si hay grabaciones que no conocemos? Los rusos pueden aprovechar la ocasión para ponernos el puñal en el cuello y apretarnos los güevos. Extorsionarnos y conseguir lo que quieran si decido mantenerte en el cargo. ¿Estaremos frente a un nuevo Watergate?
JS: Estoy dispuesto a sacrificarme por tu gobierno, Donald. Nunca hubo tantos multimillonarios ni generales en el poder. Este cargo en caso de renunciar es un golpe político para ambos. Pero yo estoy seguro que seré compensado como se merece por mi sacrificio.
DT: No te quepa la menor duda, Jeff. Te recompensaremos por el resto de los años que te quedan… después de todo no son muchos. Ya lo hicimos con Michael Flynn por sus contactos con nuestros amigos moscovitas, lamentablemente nuestra primera baja en este combate,.
JS: La prensa huele sangre y no me dejan un momento tranquilo, apenas pongo un pie en la calle me caen los micrófonos y las cámaras sobre la cabeza. Cambiaré de estrategia. Las preguntas sobre los supuestos contactos con el embajador ruso Sergey Kislyak los contestaré por escrito. Nuestro amigo del Kremlin estará satisfecho de que nos los implicamos.
DT: Bueno, desgraciadamente nos dieron otro golpe bajo más. Ahora es mi vicepresidente Mike Pence que está en la mira. ¡Fuck! Estos malditos hurgadores han descubierto que en su correo-e personal mantenía discusiones sobre temas seguridad como gobernador de Indiana. Lo jackearon y todo eso ahora está en manos de los medios. Y el muy estúpido al mismo tiempo criticaba a Hillary Clinton de haber discutido temas de seguridad en su correo-e con sus funcionarios. ¿Se puede creer? ¿Es que además nunca dejarán de escarbar estos desgraciados en nuestra mierda? Bueno, basta de pálidas, mira quién llega ahí, nuestro escudo americano, el mismo dios Marte, Capitán América, el hombre que hará América Más Grande que nunca. Sin dudas, la razón no será por el bienestar de nuestra gente porque esa ecuación no funciona, en cambio será por los misiles, los tanques, los drones y los aviones, las nuevas armas nucleares que harán que América esté en el podio 1 del planeta. Bienvenido general James Norman Mattis, “Jim” para los amigos.
Jim Mattis: Gracias Sr presidente. Un honor haber sido llamado a esta reunión. Veo que las balas están zumbando sobre nuestras cabezas.
DT: Así es general, pero vamos a contrarrestar esta ofensiva del enemigo. ¿Como han sido los contactos con el complejo industrial-militar, están preparados?
JM: Más que nunca. Con los U//S 596 mil millones actuales más los U//S 54 mil millones que contamos en el nuevo presupuesto daremos un salto tremendo. Y no será al vacío. Nadie puede igualar este poderío. Y la industria armamentista se restriega las manos entusiasmada. Nunca estuvieron más felices. Además admiraron su imagen con la chaqueta de piloto, la gorra militar y la expresión de Terminator cuando visitó el portaaviones Gerald Ford.
DT: ¡Estupendo! Medio ambiente, la ayuda exterior, la salud, y muchos otros departamentos tendrán que pagar por este esfuerzo. Es por el bien de la patria. Por eso admiro al caballero del Kremlin. No duda donde poner la bota. Crimea, Ucrania, dejemos que juegue allí. Nosotros tenemos un patio mucho más grande donde jugar.
(Todos ríen al unísono)

Suena el teléfono en la Sala Oval. Trump levanta el tubo y escucha.

Voz de Steve Bannon (Consejero del presidente y estratega de la Casa Blanca): 
Hola Sr Presidente, ya tengo preparado el próximo paso a seguir en el tema de la inmigración: tenemos listos los camiones con volquetas como habíamos ordenado. Musulmanes, latinos y otros ilegales los arrojaremos al otro lado del Río Bravo. La consigna es: “Ni uno solo quedará”. Heil Hitler! Oh, perdón…

Y no olviden, son solo chismes y rumores... Hush-Hush!