Vistas de página la semana pasada

jueves, 30 de noviembre de 2017

Monsanto respira y los ambientalistas suspiran

¿Fue una victoria parcial para Monsanto* o una derrota que alargó el uso del glifosato en la EU durante solo cinco años más cuando se pedían diez?
Aquí juega aquello de qué cosa miramos, si la mitad del vaso lleno o la mitad vacía. En todo caso el áspero debate dentro de la UE y en la interna de los países, se definió por el compromiso que apoyaron Alemania, Gran Bretaña, Holanda y Bélgica entre los 18 dispuestos a extender la licencia a Monsanto y su producto estrella, el controvertido glifosato. En contra votaron 9, entre ellos Francia e Italia.

Antecedentes no faltan para que el "sospechoso"producto , que registra el mayor volumen de ventas en el mundo, esté originando problemas de salud en los humanos y daños que pueden ser irreparables en la flora y la fauna del planeta. La organización Mundial contra el Cáncer (LARC) aseveró que el glifosato probablemente origina el cáncer en las personas. Esta conclusión abrió el camino para que se iniciaran un millar de procesos en EEUU.
Los clientes de Monsanto, agricultores norteamericanos que usaron el glifosato, acusan a la empresa de haberles vendido un producto químico que los ha enfermado de cáncer. Un proceso similar se inició en Francia, donde una familia de agricultores acusa a la empresa y a su producto como responsables de los daños irreparables y aberrantes en el feto de su hijo.
Otro país que sí prohibió el glifosato en 2015 no fue uno de los más "desarrollados", sino Sri Lanka, que acusó a Monsanto de que el glifosato era la causa de una epidemia de enfermedades renales causadas por la contaminación de las aguas por el producto químico.

Y por si esto fuera poco un tribunal (ficticio) integrado por científicos y ambientalistas condenó a Monsanto de "Ekocidio", es decir por un delito contra la Naturaleza, comparable con el genocidio. El caso de las abejas es impactante, donde el producto afecta, según investigaciones de la Universidad de Buenos Aires, el sistema nervioso de estos insectos, neutralizando su percepción y olfato en el momento de recolectar néctar, lo cual viene siendo denunciado insistentemente, pero sin mayor resultado por el momento.

No obstante Monsanto no se conmueve y afirma que el producto es tan seguro como la sal de mesa. Una comparación infeliz ya que en muchos países ya están prohibiendo su uso en los restaurantes y aconsejan que se suprima o reduzca en los hogares.
El problema para los que combaten el uso del glifosato es probar fehacientemente que no hay dudas de que es el origen de todos esos males. En el día de hoy hay tantos productos químicos que interactúan en el medio ambiente que se hace tremendamente difícil en algunas ocasiones señalar a uno como el origen de enfermedades como el cáncer.

Es interesante señalar que dos instituciones de la UE,  la Autoridad Europea para la Seguridad Alimenticia  (EFSA) y la Agencia europea que regula los productos químicos (ECHA) han afirmado  en sus informes que el glifosato no es cancerígeno si se lo usa "en dosis bajas".
Análisis posteriores de europarlamentarios "verdes" han revelado que las conclusiones de esas dos autoridades han incluido y prestado demasiada atención a los aportes presuntamente científicos que la propia empresa ha realizado y que fueron incluidos en los mencionados informes. El caso ha sido llevado al Tribunal de la EU para dirimir  cuál ha sido la investigación real que EFSA y ECHA usaron , es decir si la propia o la de la empresa,  para sacar las conclusiones de que el glifosato no produce daños usado de manera moderada.

Sin embargo en EEUU un tribunal ya autorizó para que se interceptaran los llamados "Papeles de Monsanto", según informó  en su momento el periódico británico The Guardian. Se trata de correos-e internos de la empresa, donde un jefe  recomienda que se redacten informes "fantasmas" que posteriormente los investigadores "editarán y firmarán" para evitar que se sospeche de la intervención de la empresa. Son esos "estudios" que EFSA reproduce parcialmente en su informe que han sido denunciados por los europarlamentarios.

Suecia ha apoyado la resolución de que la licencia se extienda por cinco años más, y la ministra de Medio Ambiente Karolina Skog (del partido Verde) afirma que este compromiso ha sido positivo porque es un período corto y allana el camino  para que los agricultores tengan la oportunidad de encontrar productos alternativos al glifosato, que hoy es indispensable para la producción de alimentos agrícolas, afirma.
Los intereses de Monsanto han sido contemplados por el momento en la UE, pero las señales son cada vez más fuertes de que el glifosato tiene los años contados,  si es que predomina la razón en los que deciden sobre el futuro de la salud del planeta. ¿Cuantas batallas más habrán de liberarse contra estas multinacionales? Incontables, y con inciertos resultados, me atrevo a afirmar.

* La empresa alemana Bayer ha comprado a Monsanto por 60 000 millones de dólares, convirtiéndose así en la mayor empresa de agroquímicos y semillas del mundo. Se espera que el negocio esté definitivamente cerrado a finales de 2017.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradecemos su comentario referido al tema. Cada aporte es una gota de reflexión sobre temas que interesan o preocupan. Suscríbase si desea seguir leyendo las notas y relatos de este blog.Es gratis.